
que quería regalarle algo bien porteño a su jefe.
A pesar del cliché del fileteado (odio un poco el fileteado,
más que nada por un par de pelotudos que se adueñaron
del oficio y si los "copiás" (ellos son re-originales, boló)
te meten juicio, y se que ya ganaron un par),
a pesar de todo, me gustó hacerlo.
A los que copié, que me vengan a buscar.
Tengo un mundo de sensaciones para darles.